SEDENTARISMO
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria considera que la prevalencia del sedentarismo es superior a la de cualquier otro factor de riesgo como el tabaquismo o el consumo de alcohol, ya que solo un 12% de la población practica ejercicio físico de forma adecuada.
El Eurobarómetro de 2006 nos muestra que en Europa existe un déficit de actividad física. En la población española este déficit se centra especialmente en actividades de tipo no deportivo.
La Encuesta Nacional de Salud los resultados de 2008 muestran que un 18% de hombres y un 22% de mujeres no realizan actividad física en el tiempo libre. Por grupos de edad, en la franja de 16 a 74 años el sedentarismo oscila entre un 25% (hombres de 65-74 años) y un 46% (mujeres de 35-44 años). Si examinamos la intensidad de la práctica vemos como un 54% de hombres y un 68% de mujeres no alcanza una intensidad moderada.
Respecto a las diferencias por Comunidades Autónomas observamos un patrón similar al de prevalencia de la obesidad. Andalucía (70.3%), Asturias (68.3%, en esta Comunidad el patrón difiere al del sedentarismo), Ceuta y Melilla (67%) y la Comunidad Valenciana (64.6%) son las comunidades con mayor porcentaje de población sedentaria. Por el contrario, el País Vasco, con un 40.5% de población inactiva, Navarra (47.1%), y Cataluña (49.2%) fueron las comunidades con menor porcentaje de población sedentaria.
EFECTOS
La falta de actividad física se asocia a mayor riesgo de diabetes mellitus, osteoporosis, depresión, y algunos tipos de cáncer, en especial de mama y colon.
La actividad física desempeña un papel fundamental en la prevención y control del exceso de peso corporal. El Informe Mundial de Salud de 2002 ha estimado que más del 3% de toda la carga de enfermedad en los países desarrollados se debe a la inactividad física, y que más del 20% de la enfermedad coronaria y del 10% del ictus en estos países se debe a la inactividad.
Evitar el estilo de vida sedentario durante la vida adulta puede alargar la esperanza total de vida y la esperanza de vida libre de ECV (en unos 1,3-3,5 años).
El entrenamiento físico tiene una amplia variedad de efectos beneficiosos en el curso de la aterosclerosis y reduce un 20-25% la mortalidad total.
Los efectos de la actividad física sobre la salud podrían dividirse en cuatro grupos:
Por último, cabe destacar que la actividad física va más allá de la prevención de la enfermedad y del restablecimiento de la salud. Así, se ha podido observar que es importante a la hora de aumentar la calidad de vida, pues tiene efectos beneficiosos sobre el rendimiento académico, el nivel de confianza en uno mismo, la sensación de bienestar, la eficacia en el trabajo, la satisfacción sexual, la capacidad intelectual y muchas otras.
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria considera que la prevalencia del sedentarismo es superior a la de cualquier otro factor de riesgo como el tabaquismo o el consumo de alcohol, ya que solo un 12% de la población practica ejercicio físico de forma adecuada.
El Eurobarómetro de 2006 nos muestra que en Europa existe un déficit de actividad física. En la población española este déficit se centra especialmente en actividades de tipo no deportivo.
- Un 49% de la población europea refiere actividad física en el trabajo muy limitada o nula, el porcentaje es 56% entre la española.
- En Europa un 35% de población usa generalmente medios de transporte de tipo sedentario, 49% entre la española.
- El 31% de población europea relata poca actividad en trabajos caseros, 50% entre la española.
- La población europea dedica 91.5 minutos diarios a actividades vigorosas por 55 minutos la española.
- En Europa dedican 1.6 días semanales a este tipo de actividad, los/as españoles/as solo 1 día semanal.
- La población europea hace actividades moderadas 2.4 días semanales, por 2 días la española.
La Encuesta Nacional de Salud los resultados de 2008 muestran que un 18% de hombres y un 22% de mujeres no realizan actividad física en el tiempo libre. Por grupos de edad, en la franja de 16 a 74 años el sedentarismo oscila entre un 25% (hombres de 65-74 años) y un 46% (mujeres de 35-44 años). Si examinamos la intensidad de la práctica vemos como un 54% de hombres y un 68% de mujeres no alcanza una intensidad moderada.
Respecto a las diferencias por Comunidades Autónomas observamos un patrón similar al de prevalencia de la obesidad. Andalucía (70.3%), Asturias (68.3%, en esta Comunidad el patrón difiere al del sedentarismo), Ceuta y Melilla (67%) y la Comunidad Valenciana (64.6%) son las comunidades con mayor porcentaje de población sedentaria. Por el contrario, el País Vasco, con un 40.5% de población inactiva, Navarra (47.1%), y Cataluña (49.2%) fueron las comunidades con menor porcentaje de población sedentaria.
EFECTOS
La falta de actividad física se asocia a mayor riesgo de diabetes mellitus, osteoporosis, depresión, y algunos tipos de cáncer, en especial de mama y colon.
La actividad física desempeña un papel fundamental en la prevención y control del exceso de peso corporal. El Informe Mundial de Salud de 2002 ha estimado que más del 3% de toda la carga de enfermedad en los países desarrollados se debe a la inactividad física, y que más del 20% de la enfermedad coronaria y del 10% del ictus en estos países se debe a la inactividad.
Evitar el estilo de vida sedentario durante la vida adulta puede alargar la esperanza total de vida y la esperanza de vida libre de ECV (en unos 1,3-3,5 años).
El entrenamiento físico tiene una amplia variedad de efectos beneficiosos en el curso de la aterosclerosis y reduce un 20-25% la mortalidad total.
Los efectos de la actividad física sobre la salud podrían dividirse en cuatro grupos:
- Los relacionados con la prevención primaria, es decir, que ayudan a evitar la aparición de ciertas enfermedades, como pueden ser la hipertensión, la cardiopatía coronaria, la osteoporosis e incluso algún tipo de cáncer.
- La actividad física es también importante en la prevención secundaria al formar parte del tratamiento precoz de algunas enfermedades, como la cardiopatía coronaria y la osteoporosis.
- En relación con la prevención terciaria, tiene efecto sobre el tratamiento, la recuperación y la prevención de recaídas en ciertas patologías, entre las cuales se hallan la hipertensión arterial, la cardiopatía coronaria, la diabetes mellitus, la osteoporosis y la depresión.